06
sep.
2022
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¿Cuándo debe usarse el cloro?
Al limpiar nuestros pisos y zonas de nuestros hogares u oficinas, existe un producto que es famoso por ser un método de aseo y desinfección efectivo, estamos hablando del cloro, el producto que nunca falta en la limpieza.
Sin embargo, muchos utilizan este químico sin leer las recomendaciones del fabricante, esto puede ser un verdadero riesgo de salud y de efectividad que debemos considerar. Por esta razón, en este artículo te presentamos algunos consejos clave para utilizar de manera adecuada este producto.
¿Por qué debemos cuidar el uso del cloro?
El cloro, o hipoclorito de sodio, es uno de los materiales más usados para limpiar y desinfectar nuestros hogares. El problema surge cuando se desea limpiar más a fondo y combinarlo con otro tipo de sustancias.
Expertos mencionan que este tipo de producto es un gas en su estado natural y al comprimirse forma un líquido; sin embargo, para disolverlo en agua se emplea una solución alcalina que contiene hidróxido de sodio y esto genera este elemento.
Si el hipoclorito de sodio se combina con un ácido, como el vinagre, neutraliza la sosa que contiene y libera cloro gaseoso, mismo que es nocivo para la salud de las personas. Este elemento es un oxidante fuerte que daña las membranas mucosas de la nariz, la boca y los pulmones, además de causar quemaduras graves y puede llegar a provocar un paro respiratorio.
Cualquier elemento ácido, como limón, vinagre o productos de limpieza que contengan ácido clorhídrico, cuando se combinan con cloro, forman un estado gaseoso, que genera soluciones químicas que pueden ser tóxicas para quienes se encuentren cercanos a la mezcla.
Alcohol, otra sustancia que no se debe mezclar con cloro
El alcohol es otro material que no debe combinarse con el cloro; esto debido a que, al hacerlo, se produciría cloroformo. Mismo que inhibe el diafragma, el principal músculo que nos ayuda a realizar el proceso de respiración, y puede provocar hasta la muerte.
Los expertos en limpieza profesional también mencionan que este químico puede afectar de manera grave el hígado y, con el tiempo, puede provocar el desarrollo de cáncer en este órgano.
Además, los expertos advierten que los limpiadores que contienen amoníaco producen cloraminas cuando se combinan con este elemento. Estos elementos, por sí solos, son seguros en cantidades muy pequeñas, pero cuando se mezclan con cloro y amoníaco concentrado producen grandes cantidades de cloraminas tóxicas que pueden dañar los pulmones.
Es necesario conocer todos los efectos negativos que este producto puede traer a nuestra salud, pues solo de esta manera cuidaremos realmente cómo utilizamos el cloro.
La manera correcta de diluir el cloro
El principal componente activo del cloro, el hipoclorito de sodio, se degrada naturalmente cuando este producto, sin diluir, entra en contacto con las superficies. El residuo que podemos observar cuándo esto pasa es sal.
Recomendamos no aplicar este producto sin diluir en las superficies: El cloro siempre debe diluirse antes de su uso. Para un empleo adecuado, es fundamental que sigas las instrucciones del fabricante.
Se deben diluir adecuadamente 240 ml de cloro con 5 L de agua: Esta mezcla se puede usar para limpiar superficies duras y no porosas.
Deja la solución de cloro en contacto con la superficie dura no porosa durante al menos cinco minutos si deseas desinfectarla. Después de enjuagar a fondo, es recomendable dejarla secar.
Recomendaciones para utilizar el cloro
De acuerdo con el Gobierno de México, es importante considerar las medidas de las superficies que se van a limpiar o desinfectar. De esta manera, conseguiremos hacer un cálculo correcto del cloro que necesitamos emplear. Algunas recomendaciones que este organismo ha dado son los siguientes:
Puedes limpiar los pisos de manera efectiva con una solución diluida al 0.2 %. En otras palabras, una parte de cloro por 25 de agua.
Para limpiar el baño, disuelve 1/4 taza de cloro en 2 litros de agua, vierte en el inodoro y luego deja correr el líquido del depósito durante 5 minutos.
Cuando laves ropa blanca, agregue 12 tazas de cloro por cada 30 litros de agua en la lavadora.
Cuando limpies a mano, utiliza 9 litros de agua y 1/3 taza de cloro.
Para lavar los platos, usa 1/2 litro de agua con 1 1/2 cucharadas de cloro.
Para limpiar superficies, mezcla 1.5 litros de agua con 1/3 taza de cloro.
La exposición prolongada a este producto puede provocar urticaria, picazón, ardor y enrojecimiento de la piel. Al usarlo, si tienes la oportunidad, ponte unos guantes de limpieza; si no, es importante lavar con abundante agua y jabón neutro para evitar irritaciones u otras lesiones.
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